sábado, 30 de agosto de 2014

Día 8, Guerra







Let the fire begins. Siempre he sido una persona de callar, he preferido ser golpeado palabra tras palabra que golpear con las mías, pero eso se acabó. Sé que he fallado incontables veces, sé también lo agobiante que han llegado a ser los problemas que he causado, sé que he logrado dañar vidas, amores, personas, colores, pero soy honesto a la hora de enumerar mis errores. Gly, lo siento, mucho; hoy y siempre.

Me gusta arder. Me encanta la sensación de que mi vida se convierta en un incendio, me encanta luchar contra las llamas, me encanta luchar contra el mundo aún cuando sé que la frustración y la desesperación pueden ganar la lucha interna que surge en mí. Conozco bien lo que pasa a mi alrededor, nunca he sido ajeno ni mucho menos a eso. Amo ser retado, me gusta conocer los alcances de la gente y luego cobrar uno a uno todos ellos. Soy vengativo, sí, y nunca he tenido problema en acabar con la vida de nadie, pero no me gusta hacerlo. Llámenme benevolente, pero no matador. Llámenme animal, pero no inhumano. Llámenme idiota, pero no ignorante. Llámenme solitario, pero nunca abandonado. Llámenme bestia, llámenme traición.

"Me llaman manicomio porque guardo dentro aquello que otros repudian" No voy con los estereotipos, ni menos con los vencidos. Nunca he estado del lado de lo común, no lo disfruto. Soy de los desesperanzados y desilusionados que escriben con el alma en llamas y la vida hecha pedazos, los mismos que buscan refugio en personas que aún viendo la tragedia en sus rostros, se ven ignorados y hechos a un lado; las mismas personas que siempre he creído nunca me dejaran de lado y, al día de hoy, ni uno solo sigue aquí a mi lado. Una estatua de sensaciones, de soledad, y disfruto estandolo. Un mar de conocimientos vastos y eternos, cuestionados y jurados inciertos.  Esta es, quizá, la mejor breve descripción de mí que pueda llegar a dar.

No te temo. Sí tanto es tu odio; ven. 
Aquí espero.

C.

viernes, 29 de agosto de 2014

Después de hoy, nunca más.


"When I call, nobody's there"


"El odio es por mucho el sentimiento más placentero; El hombre ama deprisa, pero odia despacio."



"Ningún mar en calma hizo experto a un marinero"



"Keep burning"





"No colors anymore"





Die.

lunes, 25 de agosto de 2014

"Prefiero morir vicioso y feliz a vivir limpio y aburrido. Prefiero encontrar una estrella en el fango a cuatro diamantes sobre un cristal. Prefiero que la estrella queme, sea fuego, a un tacto rezumante de frialdad. Prefiero besar el duro suelo veinte veces para llegar una sola vez a lo más alto a escalar poco a poco, sin caer nunca pero sin llegar jamás a la cima. Prefiero que me duela a que me traspase, que me haga daño a que me ignore. Prefiero sentir. Prefiero una noche oscura y bella, sucia y hermosa, a un montón de días claros que no me digan nada. Prefiero una cadena a un bozal. Prefiero quedarme en la cama todo el día pensando en mi vida a levantarme para pensar en la de otros. Prefiero un gato a un perro. Porque el gato te araña, es infiel, te ignora, se escapa, pero sabes que, a pesar de todo, no podría vivir sin ti. En cambio, el perro es tonto, no sabe nada, te obedece hasta el absurdo. Prefiero las mujeres gato a las mujeres perro, por las mismas razones. Prefiero el mar a la montaña. La vida es una noche tumbado en la playa, mirando las estrellas sin verlas, soñando despierto, dejando que la arena se cuele entre los dedos de mis pies, embriagado de todo. Y la noche, siempre la noche. Nunca la luz del sol. La noche es mágica. Me hace vivir, no pensar. Me pone en movimiento. Rompe mis esquemas. Prefiero las noches frescas de verano, andar con poca ropa, sentarme en el suelo y meterme algo de vida en el cuerpo. La mañana me sabe a dolor de cabeza. Me da sueño. Me quita las ganas de hablar. Me recuerda que soy mortal. Me recuerda que soy normal. La noche me hace único. Prefiero experimentar las cosas, aunque me hagan mal. Aunque me hiervan la sangre. Prefiero probarlo todo a morirme sin saber lo que me gusta. Y, más que nada, prefiero la vida que dan sus besos de caramelo y la suave caricia de su piel caliente."

Baila.

No quiero mencionar a nadie en esta publicación, pero no puedo negar que sólo un nombre atraviesa mi pensamiento a medida que redacto con limitada fluidez.
No, aquí no le estoy escribiendo al amor, ni al arcoiris, ni nada; si eres quién creo saber, sabrás que esto está escrito explícitamente para ti.
No busco decirte que te quiero, pues la verdad no sé si lo haga en estos momentos, pero tampoco busco decirte que no te quiero. ¿Recuerdas los desvelos de antaño en los que te decía que mi mente era la causante de la mayoría de mis daños? No era algo dicho al viento, ni al agua. No vuelvas a bailarme el agua, no dejaré que lo hagas. 
Hay cosas que siempre quise callar, porque te conozco lo suficiente como para imaginar cómo te pondrás, aún si digo las cosas para tratar de enmendarlas, a veces, simplemente vos te dedicas a agravarlas. Busco ser sincero, busco ser honesto; incontables veces me has dicho que me odias, cada una igual de desgarradora que la anterior ¿Acaso yo he estado exento de daños de vos para mí? ¿Acaso alguna vez, dime, te he negado que te quiero, te he dicho que te odio, que te quiero dejar, que me quiero alejar? Vos lo hiciste conmigo, y, permiteme decirte que, me llegaste a destruir en su momento.
Tampoco voy a negarte que fuiste (Y eres) apoyo cuando más lo necesito, pero por más que logre perdonar e ignorar los tiempos pasados, no logro olvidarlos, sabes que no lo hago. 

Siempre fui honesto a la hora de decir que te hice daño, aún sí en algún punto creíste (Y crees) que fueron más los males que los reales, estuviste, estás y estarás equivocada, ya todo te lo he confesado, y he negado todo lo que crees he tratado de defender en vano.

No bailes hoy, no bailes más.

Sé bien mis limites, y conozco aún más los tuyos. Conozco tus verdades, aún cuando las contradices con tus palabras. Veo a través de tus mentiras, las mismas que reiteradamente tratas de creer son verdades. Te veo con ojos extraños, pues a veces no sé si sea rabia, rencor o tristeza, aún cuando me dices vez tras vez que eso te da rabia y sabes lo mucho que disfruto causandola.

No buscaba escribir esto para finalizar con un 'te quiero' ni mucho menos, ni más. Buscaba sacar de mi garganta tres o cuatro palabras que por tanto tiempo he tenido que tragar. Hay verdades que superan el tiempo y las edades, y creo que incluso aquellas que no menciono aquí, las lograrás ver, pues seamos sinceros; vos siempre sabes todo lo que quiero decir, sólo que prefieres que las palabras salgan de mis labios. A veces le encontré diversión y ternura, ahora solo es confusión y amargura. 


Bailas hoy, bailas mañana.

No busco convertirme en mártir, ni nada menos, pero necesitaba escribir esto y decirme a mí mismo que el único causante de los males no he sido yo, tampoco quiero decir que sos vos, porque vos no fuiste tampoco; fuimos los encargados de lastimarnos incontables veces en una constante que afortunadamente ya quedo en el pasado. El pasado brilla, vos brillas, yo brillo, dos luces que por si mismas apartaron sus caminos.

Siempre bailas.

Y quiero que recuerdes que ninguna de mis palabras ha sido en vano, ni nada de lo que hice fue hecho para que olvidaras que mi espíritu siempre anhelaba ser libre y anarquista, pero que vos fuiste la primera en hacerlo volver a su rumbo, en ser brújula y soporte. 

Muchas cosas pasaron, unas para bien, otras para mal. La verdad, nada fue en vano; todo me llevo a lo que soy y con quién estoy ahora. Hay que ser sinceros, de no haber sido por tanto daño, no habría reaccionado.

Sin más que decirte, me despido aquí, por ahora.

Baila.


sábado, 16 de agosto de 2014

El ciclo de un año dentro de poco se vuelve a cerrar, y en dos días, la cuenta volverá a  empezar. Ha resultado agobiante para mí el notar cómo tantas cosas han cambiado a lo largo de este ciclo, cuantas almas han venido, cuantas han ido. Cuantos corazones rotos, consolados, reparados, iluminados. Cuantas caricias dadas por placer, por lujuria, por amor. Cuantos besos dados sin sentir, sin pensar, sin amar, con amar, con pasión. Cuantos amores lanzados al vacío, al olvido, a la memoria, a la eternidad, a la música, a los poemas, a los versos, a las lágrimas, a las llamadas de cuatro horas y más, a las impenetrables bóvedas de la memoria selectiva, a los tragos dejados a medias en las mesas de los bares. Cuantos nombres que ya he olvidado para este momento.

Lo siento, Nia, Raúl, porque se que en más de una ocasión por mi actuar las he dejado y se han sentido hechas a un lado. Saben que están en mi corazón todo el tiempo, y saben aún más que las palabras no son necesarias para explicarles y expresarles cuanto siento y cuanto as siento, día a día, noche a noche, segundo a segundo; aún si parece que estoy yendo de mayor a menor, el tiempo va pasando, aumentando, incrementando, el tiempo pasa y más va siendo el tiempo a su lado.

Faltan al rededor de 40 minutos para que el ciclo se cierre. Nunca había sido importante para mí el inicio o fin de este; nunca le había tenido entusiasmo, siempre era lo mismo, año tras año. El remordimiento fue el protagonista de esto año tras año durante mucho tiempo tras la muerte de Vector, un simple 'sí' me hubiera permitido decir adiós. Mi mente vaga mucho en estos momentos, va desde marte a la luna a saturno y de vuelta aquí a la silla verde donde me encuentro sentado mientras trato de ordenar mis pensamientos a medida que verso a verso voy escribiendo esto. Ya ni sé lo que digo, pero de todos modos lo digo.

Puedo decir con certeza que este ciclo en principio no fue más que mierda, de mierda paso a ser cielo en tierra, de cielo en tierra a tierra con intentos de cielo, de tierra con intentos de cielo a tierra intentando no derrumbarse, de tierra intentando no derrumbarse a tierra con pedacitos de infierno, y de ahí, a infierno. No es algo de lo que hable con orgullo, pues en gran mayoría yo me encargué de ser mi propio infierno, pero sí soy sincero cuando digo que ella fue la de desencadenante de todo aquello. No le niego tampoco que ella fue el cable que me ato a la realidad durante mucho, pero, así mismo, ella misma fue el cuchillo que se encargo de cortarlo y liberar a las bestias atoradas en mi realidad, mi ilusión.

La vida dio unos  cincuenta giros en todo ese tiempo; sé que sonará exagerado, pero siempre he sido alguien muy puntual a la hora de llevar mis cuentas. Lo lleve todo en el pecho, en el corazón y aquí atravesado en la garganta por noches que se volvieron tan eternas y tan mías cómo de nadie. 

Faltan menos de diez.

Ya está por terminar, y aquí sigo escribiendo siegundo a segundo sin parar; aunque a veces mi mente para al no saber cómo más hablar, paro pocos segundos para detallar bien que quiero seguir contando. Esta es una historia, esta es mi historia.

No puedo dejar desapercibida la presencia de Alejandra en mi vida; el eclipse la trajo a mí, la música la fue pintando en mis ojos de tal manera que ni yo mismo lo pude percibir, el viento la arrojo cual huracán con afán de llevarse todo, miedos, temores, dudas, despojos, desamores. No la puedo dejar pasar desapercibida ni aquí, ni mucho menos ahora; el ciclo va a volver a empezar, y planeo que lleguemos juntos al final de siguiente, y de muchísimos más. Ella es el arcoiris, ella es la razón, ella es el color.

El ciclo ya está por terminar para volver a empezar.
Quiero ver con ansias lo que vendrá de aquí al próximo final.
V de valor para decir la verdad
A de amor para ir más allá
C de corazones rotos en la eternidad
J de juntos, mi amigo, sin importar que pueda pasar.

L de lujuria encarnada en cada fragmento de mi humanidad
D de desesperanza, desilusión, disolución.

M de mitades complementadas.
A de amores semi-infinitos en noches de eclipses.
C de corazones reparados tras te quiero's dichos con intención de amar.

  
Porque cada letra es un mundo, bien se apague o se encienda.
Brillen, mis luminosas aliadas.
Bailen, mis ilusas creyentes.
Busquen, pues la esperanza jamás se ha de perder.

Hold
On
Pain
Ends.

lunes, 4 de agosto de 2014

Día 6, Desposeído

"Collide into me, cause it feels right"

Charlie, creo que nunca te había escrito por aquí; supongo que ya estaba acostumbrado a depender de un teclado para que hablaramos (Vaya contradicción). Todos volvemos al origen, tarde o temprano.
Mat, también quería escribirte a ti. Te extraño, mucho. Ha pasado más de un año ya y aún no lo he podido asimilar; soledad, le llaman, y de a ratos llega a ser reconfortante.
Adam, vos no te quedas atrás, pues vos fuiste la primera persona en rescatarme de mí mismo; sé que casi no te he escrito, más bien, nunca lo he hecho, pero bueno. Hay una primera vez para todo. Vos fuiste la primera luz.


Las confesiones del día uno quedaron incompletas; aquí va la número seis.
De las siete luces que iluminaron una vez mi vida, solo tres siguen encendidas.

Nia, mi querida negra, para vos también hay espacio aquí (Todo el que quieras y necesites); vos estuviste conmigo en las incontables noches en las que mis demonios rugían y luchaban ferozmente por tomar el control de mí, fuiste mi aliada y me ayudaste a resistir contra todo lo que estaba por venir.

Las confesiones siguen saliendo de aquí; 
Entre vivir y morir, aún no sé que elegir

Hoy quería escribirles a todos, a Ava, a C, a Nia, a Adam, a Mat, a Raul, al arcoiris, y todos los demás que me faltan por nombrar; siento que he sido desagradecido con todos y cada uno, siento que a pesar de que varios de ustedes han sido los causantes de mis más profundas pesadillas y temores, siguen teniendo para ustedes mismos pequeños pedazos de mi mente; que los fantasmas se escondan al encender la luz, no significa que ya no estén ahí. 

Entre lágrimas y desamores, hay verdades que se disfrazan de distintos colores.

...

Carlos, se que han sido unas 15 cartas sin respuesta hasta ahora; espero entiendas el porqué de mi tardía respuesta. Estaba perdido, traté de volver a casa y encontré varias zanjas en el camino; desde desamores hasta corazones rotos, y eso sin mencionar las almas que torturaron el mío. No fue corto el desvío, vi muerte, vi infinitos mundos de todos los colores que puedas imaginar. Atravesé el mar y viví las cuatro estaciones; sufrir interminables inviernos y fui destruido por los calores infernales de las tierras baldías dónde varias noches tuve que caer dormido al encontrar refugio alguno.

Lo siento, sé que prometí responderte el  24 de Junio (El día que la tercera luz se apago), pero para entonces ya estaba fuera de mí. Otras dos luces se encendieron en mi ausencia ¿No? Nia brillo con fulgor para iluminar la penumbra en la que estabas cayendo, Ava se apago, Mat se apago y Raul se torno resplandeciente en los tiempos difíciles. Sé todo esto porque nunca dejé de velar por ti; todos me contaban que te pasaba, el viento me traía noticias, las estrellas escribían detalladamente lo que vivías y el mar me mostraba tu reflejo para saber dónde y cómo estabas.

Siempre te vele, siempre te extrañe.

Sé muy bien, Carlos, todo el daño que te ocasione, sé muy bien que llegue a ser tu verdugo; he pasado noches en desvelo arrepintiéndome de eso, de cada error, de cada sufrimiento vivido y ocasionado, de cada lágrima derramada y causada. Sé que fui un hijo de puta, sé que jugué con tu mente y sentimientos incontables veces; espero algún día me disculpes.

...

Las luces del día seis se van apagando ya. El vagón ya salió de la estación y no sé cuando volverá.

Nia, cariño, gracias por iluminarme y estar a mi lado todas y cada una de las noches que necesite de ti, gracias por ser de las dos luces que más brillan en mi vida, gracias por vivir en esta muerte.
Raul, gracias por estar a mi lado por tantos días, agrediendome y consolandome, gracias por no dejarme caer, gracias por luchar constantemente contra mis afiladas palabras para rescatarme de mi mismo.
Arcoiris, gracias por darle  color a mi vida en este momento. Gracias por actuar como aspirina contra el dolor que acarrea esta realidad tan compleja, gracias por ser refugio, color y amor.

El día seis se acaba ya.
El día siete empieza y el sol ilumina las montañas de mi vida y mente una vez más.
Que el camino se torne rosado o azul, dejo de importar hace años, sin importar el color, lo que haga en él determinara el futuro.







domingo, 3 de agosto de 2014

Domingos con D de disonancia.

Porque de una generación de desalmados entregados a la lujuria y al dolor, siempre hay diez o veinte que se entregan a la vida y al amor.


-¿Estás en la mayoría o en la minoría?- Preguntó con mirada perdida
-Estoy con los desalmados entregados a la lujuria y al amor-

Porque vivimos la época donde valen más las apariencias que las almas, donde el amor puede ser una mentira bien dicha con 'te extraños' y promesas hechas en vano, donde las mentes se pueden complicar a sí mismas y salir lastimadas por creer en palabras lanzadas al viento. 

Porque somos la generación de los que incluso si no hay oportunidades, nos aferramos a la esperanza e idea de lograr que las hayan, de los que estamos contra las normas y el sistema que tanto nos seduce para luego apuñalarnos con las mismas mentiras que tanto se creían, de los que creemos que el amor es algo rápido y fugaz, de los que creemos que el amor puede nacer tras dos o tres salidas sin tener en cuenta cuanta vida haya habido ya.

"No pienses en la suerte, pues la suerte es el pretexto de los fracasados"
Neruda me repitió interminables veces esa frase y yo constantemente lo cuestionaba diciéndole que sí la suerte era un pretexto, por qué los más desamparados sólo obtienen desgracias para ellos mismos.

Porque somos la generación de las excusas, de los que culpan a su mente por su dolor, de los que creen que la materia vale más que la energía, de los que temen al fracaso en la vida por no escoger la apropiada profesión, de los que luchan contra las inconformidades, de los que gritan hasta desgarrarse sólo para hacer escuchar su voz.  

Porque causamos nuestro propio infierno y lágrimas por creer mentiras.
Porque nos aferramos a la idea de que él tiempo no pasa.
Porque vivimos anhelando una salida fácil, con dos o tres cigarros y un par de cervezas, creyendo así que un ángel al ver nuestras penas vendrá a salvarnos de ellas.
Porque somos los causantes del dolor al complicar nuestras vidas aferrados a sueños que hoy día nos causan temor.

Porque somos la generación de los que son sus propios verdugos y decapitados.